El otro día, Alba Ceres, poeta y chelista, que tiene un estupendo blog de poesía que os recomiendo mucho: hasta embellecer lo exhausto, me envió una fotografía de su chelo leyendo “La ciudad o la palabra pájaro” y las palabra que pronunció al terminar:  “Ay, Mar, entrar en “La ciudad” es una agonía necesaria para abrir bien los ojos y luego saber qué hacer con las alas heridas.
No deja de ladrarme el poema “El amor de los perros”. Y el último, esa
ofrenda final a la esperanza porque, aun con todo, es posible todavía…
ay ay ay… Cuánta falta hacen escrituras que azucen y ensanchen la
conciencia…
“. Espero que nadie me discuta, nunca más, que los objetos tienen vida propia, sobre todo si saben hacer música, y, por lo visto, hasta leen.

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Soy Mar Azul Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua.

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